La hiperplasia fibrosa inflamatoria
(HFI)
es un aumento celular proliferativo en respuesta a un trauma
constante e inflamación provocadas por la presión ejercida de bordes sobre
extendidos o mal adaptados de prótesis totales o parciales y por las típicas fuerzas
resultantes de una oclusión no balanceada.
Esta lesión posee una frecuencia alta y constituye la lesión oral más
prevalente en cavidad bucal, afectando en mayor proporción a la raza blanca.
Según Macedo, el 92% de la población afectada en su estudio fue de raza blanca.
La predominancia de esta patología en personas del sexo femenino ha sido
evidenciada en numerosos estudios. tres cuartas partes de todos los casos
sometidos a biopsias ocurren en mujeres. algunas posibilidades para explicar
este hecho:
primero, las mujeres
procuran servicio odontológico con mayor frecuencia que los hombres y esto da
mas posibilidades de descubrir o diagnosticar la lesión; segundo, las mujeres
usan más tiempo sus dentaduras por razones
Una notable característica de la HFI es la ausencia de sintomatología asociada.
Generalmente los pacientes acuden a consulta porque este crecimiento impide la
estabilidad o adaptación de sus prótesis y en mínima proporción por dolor, aun
cuando la HFI alcance grandes dimensiones. Esto difiere de lo reportado por
Macedo6, para quien el 70% de todos los casos diagnosticados con HFI
presentaron alguna relación con dolor, el cual fue frecuentemente relatado en
presencia de inflamación o infección. En muchos casos en los cuales las HFIs
son de pequeñas dimensiones e indoloras, los pacientes no perciben siquiera su
existencia.
la relación directa entre la presencia de esta lesión con
una prótesis mal adaptada y con atrofia alveolar es suficiente para un
diagnóstico definitivo. Sin embargo, la conducta más adecuada y recomendada
sería someter a estudio anatomo -patológico a todas las lesiones eliminadas,
Es difícil poder determinar si hubo o no una fase previa de
displasia porque el paciente generalmente llega con una lesión ya establecida.
Por lo tanto, se debe poner especial atención, durante el examen clínico, en
ciertos locales de riesgo, como lo son el suelo bucal, donde la HFI puede
eventualmente estar presente, debiéndose dar importancia a cualquier tipo de
displasia epitelial evidenciada al examen patológico, así se trate de una
displasia leve.
La incidencia de displasias observadas en algunos estudios y el aumento de la
proliferación celular epitelial en HFI, pueden ser consideradas condiciones que
predisponen a la malignización, ya sea por la acción de carcinógenos físicos,
químicos o biológicos, todos estos generalmente presentes en la cavidad oral.
Clínicamente, la HFI surge como una lesión exoífítica o
elevada bien definida, de consistencia variada entre firme a flácida a la
palpación, con un tamaño puede variar de menos de 1 cm, hasta lesiones grandes
que pueden afectar a casi la totalidad del vestíbulo.
Puede presentarse con una superficie lisa, con base sésil y
ocasionalmente pediculada. Algunas lesiones pueden ser eritematosas y
ulceradas, semejantes al granuloma piogénico. Presentan con frecuencia un
crecimiento en forma de pliegues únicos o múltiples, los cuales pueden
permanecer bajo la prótesis o "cabalgando" sobre sus bordes. Los
espacios entre estos pliegues pueden presentarse clínicamente sin lesión
aparente o eventualmente ulcerados.
Presenta una coloración que varía de semejante a la mucosa adyacente a
eritematosa, siendo de crecimiento lento y generalmente asintomático. Los casos
que presentan sintomatología están asociados a ulceración concomitante de la
lesión.
El diagnóstico generalmente es clínico por la relación entre la causa y
consecuencia de la lesión, necesitándose ocasionalmente exámenes histológicos y
radiográficos para descartar el comprometimiento óseo.
Tratamiento.
El tratamiento va de acuerdo con la severidad de la lesión y la cantidad del
tejido afectado. Es recomendable retirar la prótesis causante del problema y no
eliminar inmediatamente la lesión, pues algunas con el tiempo pueden disminuir
en tamaño. En todo caso, el tratamiento inicial más aceptado es el ajuste de
los bordes mal adaptados de la prótesis , cubriendo ésta con un material
acondicionador de tejidos para transmitir leve presión a la lesión. Este
procedimiento parece ser el más adecuado.
Otros autores sugieren la confección de nuevas prótesis, sin remoción previa de
la hiperplasia, pues afirman que ésta se reducirá como resultado de atrofia por
presión. Lesiones con desarrollo
reciente pueden desaparecer rápidamente, mientras aquellas que son más antiguas
pueden contener mucho tejido fibroso, lo que hace su remisión más lenta.
Generalmente estas técnicas conservadoras son útiles en casos en los cuales la
cirugía está contraindicada.
En casos de lesiones extensas y de larga evolución, la escisión quirúrgica es lo
más indicado. Es recomendable retirar la
prótesis 15 días antes del procedimiento quirúrgico con el objetivo de permitir
la reducción de la inflamación, disminución de la lesión y por lo tanto, un
mejor postoperatorio.
Cuando el área a ser escindida presenta un crecimiento mínimo, las técnicas con electrocirugía o láser promueven muy buenos resultados para la eliminación de los tejidos hiperplásicos. Si el tejido a remover fuera extenso, es preferible una escisión simple con lámina de bisturí y reaproximación del tejido remanente, pues grandes áreas de escisión usando electrocirugía pueden resultar en una cicatriz fibrosa en el vestíbulo y, eventualmente comprometer la estética del paciente.
Una vez eliminado quirúrgicamente el tejido, éste debe estar encaminado al examen histopatológico para la confirmación del diagnóstico de HFI, pues ésta posee diagnóstico diferencial con otras lesiones, tales como neurofibroma o tumores de las glándulas salivares menores.
Se debe tratar en lo posible mantener la profundidad del surco o realizar una cirugía combinada para aumentar el fondo del vestíbulo. Cuando existen áreas de tejido prominentes, la escisión generalmente resulta en la disminución del tejido agrandado Por tal razón, en esos casos puede ser preferible la escisión con reposicionamiento de la mucosa periférica y epitelización secundaria.
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